13 nov 2010

El lado espiritual de Reiki - Sólo por hoy (1)

SOLO POR HOY

Nos guste o no, desde sus orígenes, Reiki está fuertemente ligado a la filosofía budista y por tanto sus bases están construidas sobre este pensamiento, cosa que parece obvia puesto que su creador fue Budista. En la única entrevista que se conserva de Usui, el maestro, a la pregunta de: “¿Cura Usui Reiki Ryoho únicamente enfermedades?”. Éste responde: “No, no sólo cura las enfermedades del cuerpo físico sino también trastornos emocionales como la ansiedad, la debilidad, la cobardía, la incertidumbre, el nerviosismo y los malos hábitos. Es importante destacar que se sana al prójimo con mente divina o budista, y que la felicidad puede ser compartida con otras personas”.

El camino Reiki es un camino fundamentalmente espiritual, un camino de liberación y esa vía hacia la libertad la podemos encontrar básicamente en los cinco principios de Reiki que Usui denominó “místico arte para invitar a la felicidad”.

Encabezando dichos principios nos encontramos la frase “SOLO POR HOY” que para mí significa “MERA ATENCIÓN”. Ésta atención es según la filosofía budista el primer factor de “los siete factores mentales de iluminación” que debemos desarrollar en nuestro camino espiritual (la atención, investigación del Dharma o la ley, el éxtasis o interés intenso, la calma mental, la concentración y la ecuanimidad) . Cuando se cultivan todos esos factores mentales hasta su maduración, la mente queda liberada de todas las formas de esclavitud y de toda clase de sufrimientos y lograríamos el fin último de Reiki, “la iluminación o satori”. 'Todos los caminos espirituales tienen algo que ver con el cultivo de alguna o de todas esas siete ramas de la libertad, pero ahora nos centraremos en la primera, puesto que para mi, como he dicho anteriormente, este factor mental representa fielmente el concepto Reiki “SOLO POR HOY”

1. El primer factor de iluminación es la atención. Atención es esa cualidad de darse cuenta de lo que está sucediendo en el momento, sin permitir que la mente esté olvidadiza. El Buda dijo que no conocía otro factor más potente que la atención para el cultivo de estados mentales saludables y para hacer decrecer los nocivos. No hay que hacer nada en especial para eliminar los estados incorrectos ni para hacer que tengan lugar los correctos, excepto ser conscientes del momento. Ser consciente es en sí mismo la fuerza purificadora.

En una famosa charla, el Buda decía que la única vía a la libertad es el cultivo de los Cuatro Fundamentos de la Atención. Ser consciente ha recibido nombres diferentes en las distintas tradiciones, pero lo que importa no es el nombre. Lo que cuenta es el desarrollo de esa forma de estar des­pierto, de estar alerta, de atención; eso es el camino.

Hay cuatro fundamentos o aplicaciones de la atención.
a/ La primera es la atención al cuerpo: a la reacción, sensaciones, diferentes movimientos y posturas. Hacerse consciente y sensible a todos los aspectos cambiantes de nuestra experiencia física.
b/ El segundo fundamento de la atención es la sensación: la cualidad en todo momento de consciencia. Todo objeto tiene la correspondiente sensación. Cuando esas sensaciones son predominantes, cuando la cualidad de agradable o desagradable es intensa, entonces se convierten en objetos de meditación. Las sensaciones son importantes porque ese factor es el que condiciona nuestro aferramiento o condena. Es debido a las sensaciones agradables que deseamos objetos; y es por las sensaciones desagradables que la mente condena, siente aversión y odio. La segunda aplicación de la atención es darse cuenta de esas sensaciones cuando aparecen y desaparecen, pero sin aferrarse a lo agradable ni ordenar lo desagradable.
c/ El tercer fundamento de la atención es la consciencia: ser consciente de la facultad cognoscitiva con todos sus estados mentales concomitantes. Cuando en la mente hay cólera, es ser consciente de la mente colérica; cuando hay codicia, ser consciente de la mente codiciosa; o de la mente que teme, si es el caso. Ser consciente de la consciencia que viene coloreada por esos diferentes fases, sin aferramiento ni aversión, sin juzgar, sin evaluar o comentar. La cólera no es yo, no es una entidad personal. Es tan sólo un estado mental que colorea la consciencia en ese momento. Párate y obsérvala cómo surge y se va. Si se tiene una actitud de observación imparcial, no hay factor mental que pueda perturbar la mente. Todos ellos son parte de un espectáculo pasajero. Nada de que alegrarse o deprimirse. Simplemente hay que estar conscientemente atento, ser consciente.
d/ El último de los cuatro fundamentos es la atención al Dharma: la conciencia de la verdad, de la ley, la conciencia de las tres características de la existencia y de las cuatro verdades Nobles, (1) Ver el sufrimiento y (2) la causa del sufrimiento, (3) el fin del sufrimiento y (4) la vía hacia ese fin. Estar conscientemente atento a esas intuiciones cuando aparecen. Atención al Dharma.

Debemos meditar en uno o en varios de esos cuatro campos de la atención. Observar cualquiera de ellos servirá al propósito de llevar la mente a un estado de claridad de percepción y de equilibrio.

Al desarrollarse la cualidad de la mera atención, empiezan a producirse ciertos cambios básicos en la forma en que vivimos nuestras vidas, empezamos a percatarnos de lo que sucede dentro y alrededor nuestro y experimentamos y respondemos al presente con una mayor espontaneidad y libertad.

La mera atención también lleva a la mente a un estado de sosiego. Una mente no adiestrada es a menudo reactiva; se aferra a lo agradable y condena lo desagradable, agarrándose a lo que gusta y apartándose de lo que le disgusta; reacciona con codicia y odio. Un desequilibrio agotador de la mente. Nuestras consignas ahora son “sé, aquí y ahora” “SOLO POR HOY”, vivir en el momento presente.

Por tanto la mera atención es esa cualidad de la consciencia que nos mantiene vivos y despiertos en el aquí y ahora. Quedándonos en el momento, experimentando plenamente eso que está ocurriendo. El maestro de Komyo Reiki Kai, Hyakuten Inamoto lo resume diciendo:

Una taza de té
Una taza de iluminación.


22/10/2010 - Helio Corbí Vasalo

Bibliografía:
La experiencia del conocimiento intuitivo
Joseph Goldstein
Editorial Dharma

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