Quería extenderme en mi vivencia, ¡mi gran vivencia! en Reiki, en este manuscrito, pero a la hora de transmitir mis sentimientos me cuesta. Mi carácter y personalidad estaba arraigado en miedos aprendidos, inseguridades, dependencia dependida de gente, sumisión total (que a veces está bien, ¡pero sólo a veces!) y un sinfín de crisis continuas delante del “toro” que es la propia vida, aunque siempre me quedaba constancia que estaba resguardada por “Ellos” esos seres divinos ascendidos.
Los primeros comentarios sobre el Reiki los acepté, con gran respeto, pero con susceptibilidad ligera, ¡como todo lo nuevo que nos vamos encontrando en este camino!; tengo que comentar que mis primeras iniciaciones fueron , un poco, la puesta en escena, aunque pasado un tiempo, y con miles de preguntas por hacer, no terminar de cuajar en mi mente, también tengo que destacar que como en todos los lares de esta tierra impera el materialismo antes que la moral, y mi primer maestro se encargó de ello, ¡¡¡gracias!!! Que fue tan estrictamente ocasional, pero no obstante comenzaba mis primeros tratamientos, viendo resultados diminutos.
Continué con el silencio sobre el tema…hasta que me volvieron a ofrecer una nueva oportunidad (para mi si lo fue). No hay verdades absolutas, pero conocí a una persona que para mi desde entonces fue y es mi maestra (se implicó tanto, con gran serenidad y paciencia, que me fue ampliando sus charlas sobre el tema a la vez que mis preguntas eran unas tras otras…) Fue entonces cuando gracias también a ella, me reinicié en primero y segundo (ahora me encuentro en tercero) con un maestro muy esencial también, las cosas ya no me parecían tan extrañas, el ruido de la gente ya no me envolvía como antes en ningún velo pesado, ¡¡¡qué gran diferencia!!! Estas si que eran sensaciones para mi mágicamente gratas, la fortaleza personal se potenciaba cada vez más, aunque no dejo de reconocer que puedo ser tan frágil como el ala de una mariposa, pero que puede volar sola.
El grandísimo cambio que me ha proporcionado el Reiki ha sido y es uno de los regalos que me estaban esperando y yo …¡¡¡sin apreciarlo!!!, me ha proporcionado, y siempre lo diré (nunca me cansaré) una terapia emocional tremendamente impresionante porque cuando sabes en donde está tu control de tu propia vida y te ofrecen esta oportunidad nunca, nunca hay que desentenderse. Para mi me hizo persistir y recuperarme de carencias personales. Actualmente continuo buscando la excelencia del conjunto de valores humanos…y seguiré con más o con menos motivación, pero seguiré.
¡¡GRACIAS!!! A las personas que comparten conmigo Reiki, pero GRACIAS y más Gracias a mi maestra, que ha puesto a mi alma a sonreír y liberarme de cadenas y, como no, GRACIAS ellos que están ahí.
Los primeros comentarios sobre el Reiki los acepté, con gran respeto, pero con susceptibilidad ligera, ¡como todo lo nuevo que nos vamos encontrando en este camino!; tengo que comentar que mis primeras iniciaciones fueron , un poco, la puesta en escena, aunque pasado un tiempo, y con miles de preguntas por hacer, no terminar de cuajar en mi mente, también tengo que destacar que como en todos los lares de esta tierra impera el materialismo antes que la moral, y mi primer maestro se encargó de ello, ¡¡¡gracias!!! Que fue tan estrictamente ocasional, pero no obstante comenzaba mis primeros tratamientos, viendo resultados diminutos.
Continué con el silencio sobre el tema…hasta que me volvieron a ofrecer una nueva oportunidad (para mi si lo fue). No hay verdades absolutas, pero conocí a una persona que para mi desde entonces fue y es mi maestra (se implicó tanto, con gran serenidad y paciencia, que me fue ampliando sus charlas sobre el tema a la vez que mis preguntas eran unas tras otras…) Fue entonces cuando gracias también a ella, me reinicié en primero y segundo (ahora me encuentro en tercero) con un maestro muy esencial también, las cosas ya no me parecían tan extrañas, el ruido de la gente ya no me envolvía como antes en ningún velo pesado, ¡¡¡qué gran diferencia!!! Estas si que eran sensaciones para mi mágicamente gratas, la fortaleza personal se potenciaba cada vez más, aunque no dejo de reconocer que puedo ser tan frágil como el ala de una mariposa, pero que puede volar sola.
El grandísimo cambio que me ha proporcionado el Reiki ha sido y es uno de los regalos que me estaban esperando y yo …¡¡¡sin apreciarlo!!!, me ha proporcionado, y siempre lo diré (nunca me cansaré) una terapia emocional tremendamente impresionante porque cuando sabes en donde está tu control de tu propia vida y te ofrecen esta oportunidad nunca, nunca hay que desentenderse. Para mi me hizo persistir y recuperarme de carencias personales. Actualmente continuo buscando la excelencia del conjunto de valores humanos…y seguiré con más o con menos motivación, pero seguiré.
¡¡GRACIAS!!! A las personas que comparten conmigo Reiki, pero GRACIAS y más Gracias a mi maestra, que ha puesto a mi alma a sonreír y liberarme de cadenas y, como no, GRACIAS ellos que están ahí.
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