3 jul 2009

LAS DIVERSAS TÉCNICAS DE MEDITACIÓN

La meditación tiene tantas técnicas como meditadores. Por mi parte sugiero que no está de más ensayarlas todas en uno u otro momento, si se presenta la ocasión; esa experiencia nos servirá para adoptar la que nos sirva mejor, aunque quizá modificándola un poco. Una vez hallada, sin embargo, conviene perseverar en ella durante algún tiempo, ya que las prácticas de meditación requieren constancia para manifestar plenamente sus resultados (mínimo un año).

Hay que buscar un ambiente tranquilo y confortable, ya que es importante no ser molestado... En la mayoría de los casos se realiza la meditación estando cómodamente sentado, con la espalda recta pero no tensa... el cuerpo debe estar en una posición de bajo consumo de energía, de manera que pueda relajarse, pero no tan cómodo que caiga uno dormido.

En esta postura pueden hacerse muchas cosas: atender al ritmo de la respiración para sintonizar con él, contemplar un mandala o la llama de una vela o cualquier otro estímulo visual adecuado... o sencillamente quedarse contemplando el desfile de los propios pensamientos, sin tratar de seguirlos, no de detenerlos, ni de juzgarlos. La separación entre el yo y los pensamientos ayuda a conseguir el estado de trascendencia.

Si queremos seguir la técnica de la Meditación Trascendental, hay que retirar interiormente un mantra y fijar la mente en sus vibraciones, que resuenan a través de uno. Así se armonizan los estados vibracionales. Si queremos practicar Meditación Vipassana tenemos que prestar atención a las sensaciones corporales, de arriba abajo y de regreso, parte por parte... También podemos contemplar nuestros estados emotivos y tomar distancia con respecto a ellos, visualizar diversos colores al paso por nuestros chakras o dedicar tiempo a preguntarnos quién es el que medita...

El rasgo común de todas estas modalidades es que procuran fijar la mente en una sola cosa. Bajo las condiciones normales de conciencia de vigilia, la mente suele revolotear de una cuestión a otra en todo momento. La unidad de propósito mental es el objetivo mismo de cualquier meditación. Todas estas técnicas, trátese de un sonido, un objeto o una sensación, tratan de suministrar un instrumento para enfocar la mente y apartarla de su funcionamiento habitual, del torrente de la conciencia febril y caótica.Es difícil comparar los métodos entre sí para formar un juicio de valor. Las diferentes técnicas afectan de diferentes maneras a distintas personas. No importa cuál de ellas utilicemos, sino que nos sirva bien. Con todas ellas, la repetición y la concentración acaban surtiendo sus efectos al cabo de algún tiempo. Se trata de una disciplina, y como sucede con todas las disciplinas, la práctica hace al maestro.

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