8 dic 2012

De dónde proceden los cuencos y campanas tibetanos y cuáles son sus usos

Los cuencos y campanas proceden de Tíbet, Nepal e India.

La razón por la que se usan estos instrumentos sagrados en los monasterios es la de llegar a estados meditativos, de equilibrio energético y corporal, calma mental y paz interior. Su uso se realiza dentro de las prácticas y ejercicios espirituales y de rituales en los que es necesario alcanzar estados profundos de conexión interna.

Emplear los cuencos y campanas ayuda a conseguir un total equilibrio entre el cuerpo físico, los chakras y los cuerpos sutiles o capas del aura. También contribuye a mejorar el estado de salud general.

Por su carácter sagrado, estos instrumentos se elaboran, por lo general, de manera artesanal, torneando la pieza por medio de golpes precisos, (aunque veremos también cuencos torneados que suelen proceder de India y que se elaboran de manera industrial). La composición de minerales (el elemento más antiguo de la tierra, recordemos –agua, fuego, tierra y aire- por lo tanto de gran poder energético), que forma el cuenco es: oro, plata, níquel, cobre, cinc, antimonio y hierro ( 7 ).

Podemos encontrar cuencos de varios tamaños y grosores, lisos o con dibujos, por lo general repujados, de mantras o deidades. A mayor grosor, más grave es la nota que emite y cuanto más fino, más intenso será su sonido.

El sonido de un cuenco va a depender también de la resonancia de cada persona, por ello, un cuenco no va a sonar ni resonar igual en una persona que en otra, incluso va a emitir diferente sonido dependiendo de la parte del cuerpo en donde lo apliquemos.

Los podemos encontrar en almacenes de importación de Nepal e India, ya que en estos países los siguen fabricando dada la demanda que existe actualmente en occidente como objeto decorativo o herramienta terapéutica, tiendas especializadas en terapias alternativas o productos orientales, en mercadillos, ferias medievales, rastros, antigüedades….

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